Cuentos de Tol Eressëa, Vol. 2. Buranya VS Ripman
¡Estimados y estimadas alimañas!
Esta semana tengo el gran honor de poder presentaros una nueva entrada de... ¡Los Cuentos de Tol Eressëa!
En el Battle Report de esta semana he tenido el enorme placer de estrenar en este mundo del Hobbit y el Señor de los Anillos a Ripman, figura a tener muy en cuenta en el futuro. Era su primera partida en solitario y en ella nos hemos enfrentado dos bandos de la luz. En esta ocasión, Buranya, el jugador más pesado de Tol Eressëa ha repetido con el ejército de Thranduil's Hall, y Ripman ha demostrado que Minas Tirith y Arnor son dos fuerzas a tener muy en cuenta.
Siguiendo la preparación de cara a la primera Liga de Tol Eressëa, hemos configurado ambas listas a 600 puntos. La lista de Buranya contaba con Thranduil como general, Legolas, Tauriel, una partida de exploradores del bosque negro, otra con elfos del bosque negro y la última con Guardias del Palacio. Por su parte, Ripman ha optado por una lista conformada con Faramir como general, Damrod y Beregond como apoyo y de aliado Halbarad. Faramir estaba al mando de 5 caballeros de Minas Tirith, Damrod comandaba una partida de guerra de guerreros de Minas Tirith y Guardias del Patio del Manantial, Beregond el muro archiconocido de guerreros de Minas Tirith y Montaraces de Gondor apoyando y Halbarad guiaba a 12 guerreros de Arnor sedientos de sangre, pero dados a huir cuando las cosas se tuercen.
Con todo, hoy tuvimos el honor de estrenar nuestra casi finalizada mesa de batalla, con un poco de escenografía que, si bien parece poca, ha delimitado mucho la batalla.
En esta imagen podemos observar el despliegue. Después de ceder la iniciativa para el despliegue a Ripman, ha optado por hacerse fuerte en el centro, desplegando los 12 guerreros de Arnor en el mismo. Ante ello, Buranya opta por colocar las tropas de Thranduil cerca del mismo. Ripman ubica a Beregond con sus montaraces en línea recta con las tropas de Thranduil, y para contrarrestar esa ubicación situará Buranya los exploradores del Bosque Negro detrás de un muro que les otorgue cobertura a la par que un disparo certero. Aún así, la horda de Minas Tirith supone un reto, y presionará el flanco izquierdo de Buranya para forzar a desplegar a Legolas en el mismo y frenar el avance de la caballería y las tropas de Damrod.
Los guerreros de Arnor, que sin brazos parecen sacados de The Walking Dead, se disponen a moverse y flanquear el ejército de Buranya.
Con ello, Thranduil malgasta su primer punto de poder para realizar una marcha heróica y bordear cuanto antes la partida de guerra de Tauriel, claramente es desventaja frente a los guardias del patio del manantial.
El primer turno deja como baja este pobre guardia del palacio de Thranduil. Los disparos certeros de los montaraces de Gondor han permitido sumar una primera baja, que no será ni mucho menos la última. Buranya ha de hacer frente a una cruda realidad; los elfos no son imbatibles.
Aún así, Legolas impacta al caballo de Faramir y le derriba... (ya debería estar acostumbrado el pobre a que le impacten con flechas). En un primer turno muy tenso, los disparos se han cobrado las primeras bajas. Pero la gran lucha está por llegar.
¡La batalla se avecina! Resuenan los tambores (lástima, no había...) y se desenfundan las espadas. Thranduil no dudará en enviar a su guardia al frente de batalla. Esta es una guerra que no se debe perder o el Bosque Negro nunca será territorio élfico.
Con todo ello, los 12 guerreros de Arnor siguen contemplando desde la lejanía como se desarrolla la batalla en la que, supuestamente, debían participar. Cosas de la vida...
¡Thranduil carga y utiliza la ira de la Naturaleza! Y, desgraciadamente, Damrod no tiene suficiente empuje para resistirla. Las tropas de Minas Tirith caen al suelo y los elfos se disponen a decantar esta batalla por la vía rápida.
No lo dudan ni un momento y Tauriel y Légolas se lanzan al ataque. Thranduil mantiene las distancias como buen general. Beregond sigue de manera demasiado pasiva la batalla desde la lejanía (ay...¡!), y Arnor intenta rescatar el poco honor que les queda.
Légolas y Tauriel alcanzan a Damrod y le dan muerte. Un buen hombre de Gondor que quizá mereció mejor destino, pero se cruzo con la pareja de moda. Légolas, con todo ello, demostrará una vez más que es posiblemente el guerrero más competente de los Salones de Thranduil.
Por otra parte, y cuando los hombres de Arnor están alcanzando el combate, Thranduil decidirá replegarse junto con los exploradores del bosque negro, con el fin de alcanzar el centro del tablero, objetivo de la misión.
Y en un vuelco desesperado, Ripman enviará a Arnor a cazar al general. ¿Deberían haber marchado al frente y haber cargado por detrás a Légolas y Tauriel? ¿Habría cambiado el sino de la batalla? Nunca lo sabremos.
Llegando al final de la Batalla por el control del Bosque Negro, Arnor ha demostrado su inoperancia. Minas Tirith ha demostrado que un Gondor fuerte y unido es posible pero que necesitará mucha, mucha sangre derramada para ello.
El frente de Minas Tirith ha sido derrotado. Faramir está luchando contra las tropas de Légolas con todo lo que puede.
Pero resultará vencido en combate. Légolas se marca un punto y derrota al general de Ripman. Una lástima, pero hoy Faramir y su participación fue testimonial.
Por otro lado, Halbarad también se medirá en combate a Légolas en el siguiente turno y será vencido. Légolas, junto con Tauriel, han derrotado a 3 de los 4 comandantes de Ripman. Todo un logro.
Con ello, llegamos a los turnos finales. Thranduil y los pocos exploradores del bosque negro restantes están intentando limpiar el centro de las tropas de Beregond y los pocos guerreros de Arnor que restan en el tablero.
Finalmente, Gondor ha caído. Thranduil se marcará un turno poderoso, y derrotará a Beregond. Ripman ha demostrado que es posible inflingir numerosas bajas a Thranduil, pero a costa de sufrir un número muy elevado que le ha costado la derrota.
El ejército de Buranya ha sufrido 14 bajas. Ninguna de ellas era un comandante o estandarte. Con 15 bajas habría caído en desmoralización.
El ejército de Ripman ha sufrido 31 bajas, 12 guerreros han huido del combate y 1 valiente montaraz ha logrado aguantar la batalla, siendo bautizado como Trancos.
Aquí tenemos el noble montaraz, rodeado de Elfos, demostrando que la era del Hombre está por llegar. ¿Es el elegido? ¿Estamos hablando del verdadero heredero de Isildur al trono de Gondor? Ripman tiene un tesoro en su ejército. Esperamos que ese montaraz desconocido le pueda brindar mejores recompensas en el futuro. De todas formas, por ser la primera partida disputada en solitario, ha demostrado un enorme valor. Gondor prevalecerá a esta derrota y se alzará de nuevo como adalid de la Luz.
Os espero en la próxima entrada de Cuentos de Tol Eressëa dispuesto a contaros más y más historias relacionadas con nuestro hobby favorito, y sobretodo, arrojando un poco de luz (u oscuridad...) a nuestras tan meditadas tácticas; aunque estas sean auténticos fracasos en numerosas ocasiones.
Comentarios
Publicar un comentario